La obligación de la shahâdah para ser Musulmán (Ahmad Mash-hûr Al Haddâd)

Ash shahâdah se traduce literalmente por «el testimonio». El testimonio del cual se trata aquí es el testimonio supremo, la esencia de la existencia y del éxito, la verdad pura y la mejor de las palabras:
 
No hay divinidad fuera de Allâh, Único y sin asociado, y Muhammad es Su servidor y mensajero.
 
Lâ Ilâha illa Llâh, wahdahu lâ sharîka lah, wa Muhammadun 'abduhu wa rasûluhu.
 
Si el hecho de creer en un Dios, Único por Su número y por Su Esencia, es una condición obligatoria para ser Creyente, también es obligatorio dar fe a todo lo que reveló. Siendo que el Profeta Muhammad es el Sello de los Profetas (que Allâh les bendiga todos con abundancia) y qye es el que transmitió el Sello de los Libros Revelados: Al Qur°ân (el Coran), el último Mensaje Divino antes del fin del mundo, es obligatorio reconocer su profecía y su estatuto ante Allâh (exaltado sea) para todos los que se afilian al Islâm, la religión de la sumisión total a un Dios Único, Poderoso y Majestuoso.
 
Ash Shaykh Al Habîb Ahmad Mash-hûr Al Haddâd (que Allâh le haga misericordia) habló de esto en su Miftah Ul Jannah :
 
«Ninguna de las decisiones que proceden de la buena palabra en esta vida y en la otra puede ser obtenida si no le añadimos la afirmación de la profecía y la misión que está investida en el Sello de los Profetas y de los Mensajeros, Sayyidunâ Muhammad (que las Bendiciones y la Paz de Allâh estén con él y con su familia). Quienquiera afirma la Unicidad de Allâh pero rechaza la misión de Muhammad (que las Bendiciones y la Paz de Allâh estén con él y con su familia) no hace parte de los Ahl Ut Tawhîd (gente del tawhîd), sino que es un negador de Allâh tanto como el que rechaza el tawhîd (la palabra “lâ ilâha illa Llâh”), ya que rechaza lo que Allâh proclamó respecto a Su Mensajero, y rechaza Su mandamiento según el cual debemos testimoniar del Mensaje, afirmarlo, obedecerle y seguirle, tomar el camino del Mensajero, y también rechaza su admonición de no contravenir a Sus mandamientos.
 
Dijo (exaltado sea): «Muhammad es el mensajero de Allah» [Sûrah 48 – Âyah 29] […]« ¡Oh Profeta! Es verdad que te hemos enviado como testigo, anunciador de buenas nuevas y advertidor. Y para llamar a Allah con Su permiso y como una lámpara luminosa. » [Sûrah 33 – Âyât 45 et 46] ; y « ¡Vosotros que creéis! Obedeced a Allah, obedeced al Mensajero! » [Sûrah 4 – Âyah 59] ; y « Si amáis a Allah, seguidme » [Sûrah 3 – Âyah 31] ; y « Que se guarden los que se oponen a Su mandato de que no les venga una prueba o un castigo doloroso.» [Sûrah 24 – Âyah 63]. Y existe muchos otros versículos al respecto.
 
Afirmar la misión de Muhammad (que Las Bendiciones y la Paz de Allâh estén con él y con su familia) no es una cosa completa mientras no tenemos la certitud de que su misión engloba la totalidad de la creación, los árabes y los no árabes, los ser humanos y los jinns. Dijo (exaltado sea): « Y no te hemos enviado sino como misericordia para todos los mundos. » [Sûrah 21 – Âyah 107] ; y « Y no te hemos enviado sino como anunciador de buenas noticias y advertidor para todos los hombres» [Sûrah 34 – Âyah 28] ; y « Di: ¡Hombres! Es cierto que yo soy para vosotros el Mensajero de Allah » [Sûrah 7 – Âyah 158].
 
Pues quienquiera rechaza la universalidad de su mensaje, o dice que es un Mensajero solamente para los árabes, es culpable de incredulidad, como lo muestran los versículos más arriba, que son muy explícitos respecto a la dimensión universal de su misión. Dijo (que Las Bendiciones y la Paz de Allâh estén con él y con su familia), en el sentido: «Fui enviado a la humanidad entera.» [Al Bukhârî & At Tirmidhî]. Así, mandó cartas a los reyes de este mundo para llamarles al Islâm. La llamada al Islâm se difundió en todos los países de la tierra y alcanzó las diversas naciones, que respondieron masivamente, con intenciones sinceras y corazones abiertos. 
 
Desde este punto de vista, algunos versos de un poema que he escrito un día, acerca de su misión (que las Bendiciones y la Paz de Allâh estén con él y su familia) me vienen a la mente:
 
Has bajado sobre la tierra de los hombres para enseñar
Como la lluvia que cubre toda su longitud y su amplitud.
 
Como un sol brillante en el resplandor de la mañana
Que no deja ni noche, ni estrella, ni luminario para distraer.
 
Dejaste (la religión) tolerante, radiante de luz,
Tirando de su cola a través la duna del cielo supremo.
 
Giró con los días y las noches, y mandó
Las tropas de la Verdad desahogándose a raudales abundantes.
 
Su emisario es el Qur°ân que guía hacia el camino los más rectos
La vía la más potente, la palabra la más buena. »
 
Fin de citación.
 
Al Muwahhidûn.



Acerca del certificado de conversión al Islâm (Al Muwahhidûn)

Acerca del certificado de conversión al Islâm  (Al Muwahhidûn)
 
Obtener un certificado que atestigua que una persona se convirtió al Islâm no es, de ningún modo, una obligación y tampoco no es una etapa que válida o inválida una reconversión al Islâm. Sin embargo, su adquisición es primordial para poder realizar la peregrinación ya que las ciudades sagradas del Islâm (La Meca (Makkah) y Medina (Madînah)) son prohibidas de entrada para los no-musulmanes, tales como fue enseñado por el Coran y la Sunnah del Mensajero de Allâh (que la Paz y las Bendiciones de Allâh estén con él).
 
Allâh (exaltado sea) dijo: « ¡Vosotros que creéis! Es cierto que los asociadores son impuros; que no se acerquen a la Mezquita Inviolable » [Sûrah 9 – Âyah 28].
 
Y Al Imâm Mâlik Ibn Anas (que Allâh le haga misericordia) relató en su Muwattâ° según Sayyidunâ Abû Hurayrah (que Allâh esté complacido con él) que el Profeta (que la Paz y las Bendiciones de Allâh estén con él) dijo, en el sentido: «El espacio situado entre las dos extremidades de Medina es sagrado.»
 
Y Al Imâm Jalâl Ud Dîn As Suyûtî (que Allâh le haga misericordia) dijo: «Los politeístas son impuros debido a la mancilla que es su fe interior.» [Tafsîr Ul Jalâlayn]. Y según el Imâm 'Umar Ibn 'Abd Il 'Azîz y el Imâm Mâlik Ibn Anas (que Allâh les haga misericordia), por analogía, este versículo se aplica a toda persona que no es de fe islámica, incluso los judíos y los cristianos. En cuanto a los ateos, su caso es lógicamente similar.

Esta es la razón por la cual será importante obtener un certificado de reconversión al Islâm tarde o temprano, para poder realizar la peregrinación. Pero como fue dicho precedentemente, este certificado no es de ningún modo una condición de validación o de invalidación de una reconversión al Islâm.
 
Al Muwahhidûn.


La importancia de la comprensión de la shahâdah y del hecho de despojarse de toda mala creencia (Qâdî 'Iyâd, Ahmad Mash-hûr Al Haddâd & An Nawawî)


La importancia de la comprensión de la shahâdah y del hecho de despojarse de toda mala creencia (Qâdî 'Iyâd, Ahmad Mash-hûr Al Haddâd & An Nawawî)
 


Allâh (exaltado sea) dice:« Di: Él es Allah, Uno. Allah, el Señor Absoluto (A Quien todos se dirigen en sus necesidades). No ha engendrado ni ha sido engendrado. Y no hay nadie que se Le parezca.  » [Sûrah 112].
 
La reconversión al Islâm de un individuo se hace gracia a la atestación de fe musulmana (ash shahâdah), y como lo ha dicho Al Qâdî 'Iyâd Al Mâlikî (que Allâh le haga misericordia), «debe incluir la creencia del corazón con la pronunciación de la lengua».
 
Y si el hecho de que no haya divinidad fuera de Allâh lleva rápidamente a concluir que El es Único por Su número, constatamos que, para muchos, aparece menos claro que también es Único en Su Esencia, Su “naturaleza”. Sin embargo, la creencia en la pureza de la Esencia de Allâh (exaltado sea) es primordial para validar la atestación de fe por la creencia del corazón evocada más arriba.
 
Como lo ha dicho el noble descendiente del Profeta (que la Paz y las Bendiciones de Allâh estén con él), Al Imâm Ahmad Mash-hûr Al Haddâd (que Allâh le haga misericordia): « « Lâ ilâha illa Llâh » significa que Allâh Sólo es digno de adoración. Allâh es el nombre que designa la Esencia Muy Santa, El Existente primordial, El que posee todos los Atributos de perfección y de majestad, que es exento de todo devenir, exento de tener asociados, pares o semejantes, y de todo atributo que no conviene a Su gloria y Su amplitud. Porque es El Sólo Dios, El Único, El Eternal, El que no engendra y no ha sido engendrado, y no hay nadie que se Le parezca. No tiene asociado en Su Esencia, ni en Sus Atributos, ni en Sus Actos: a El pertenecen la soberanía y todas las alabanzas, El que es Potente sobre todas cosas. » [Miftah Ul Jannah].
 
Es así que el Imâm Muhyi Ddîn Yahyâ An Nawawî (que Allâh le haga misericordia) dijo: «Y ciertamente, si un judío antropomorfista dice «Lâ ilâha illa Llâh – No hay divinidad fuera de Allâh », no es musulmán mientras no se despoja de todo antropomorfismo y declara que nada no se Le asemeja. Y si añade «wa Muhammadun~Rasûlu Llâh – y Muhammad es Su Mensajero» sabiendo que el Profeta Muhammad vino con la negación del antropomorfismo, entonces se volvió creyente. Sin embargo, si no es el caso, entonces hace falta que se despoje de todo antropomorfismo. » [Rawdat Ut Tâlibîn].
 
Que toda persona que abraza el Islam se preocupe por el aprendizaje y la adquisición del primer pilar del Islâm que es la shahâdah, para que su fe no fuera mancillada por ninguna doctrina inconforme al Islam. En cuanto al que no sabía esto en el momento de su conversión pero que desde entonces se despojó de todo antropomorfismo o de todas otras doctrinas no islámicas, que ande ahora con serenidad hacia su Señor.
 
Y que Allâh nos ayude en nuestra búsqueda espiritual y haga de nosotros gentes que obtendrán Su Satisfacción en este mundo y en el otro, Allâhumma Âmîn.
 
Al Muwahhidûn.



La reconversión al Islâm

La frase del tawhîd y su sentido (Ahmad Mash-hûr Al Haddâd)



Al Imâm Al Habîb Ahmad Mash-hûr Al Haddâd Al Yamânî (que Allâh le haga misericordia) dijo:
 
« «Lâ ilâha illa Llâh». Una frase sublime por su sentido, breve por su construcción, amplia por sus efectos, noble por su rango, brillante por su luz y única por su merito. Se compone de cuatro palabras sobre las cuales se basan la fe y se situa la qiblah. Es la frase dada en cada Libro que Allâh hizo descender hacia cada uno de Sus nobles mensajeros, y por la cual estamos salvados de los fuegos [del Infierno] y obtenemos la felicidad eternal en los jardines [del Paraíso]. Allâh (exaltado sea) dijo: « Sabe que no hay dios sino Allah! » [Sûrah 47 – Âyah 19] y « Yo soy Allah, no hay dios excepto Yo; adórame! » [Sûrah 20 – Âyah 14]. « Allah, no hay dios sino Él, el Viviente (Al Hayy), el Sustentador(Al Qayyûm) ! » [Sûrah 2 – Âyah 255]. « Allah, no hay dios sino Él, Suyos son los nombres más hermosos. » [Sûrah 20 – Âyah 8] y « Antes de ti no enviamos ningún mensajero al que no le fuera inspirado: No hay dios excepto Yo. ¡Adoradme!» [Sûrah 21 – Âyah 25].
 
A través de la creencia y de la certitud en su significación,  y sometiéndose a ella, alcanzamos la fe (al imân). Si la pronunciamos con sinceridad, y si actuamos de acuerdo con ella, resulta el Islam. Alcanzando a la vez la creencia correcta y la sumisión a Su autoridad, entonces aparece en el corazón la realidad de la excelencia (al ihsân).
 
La frase del tawhîd está también llamada «frase del testimonio», de sinceridad, de realidad, de verdad, de promesa, de fe, de piedad, «la buena palabra», «la palabra durable», «la palabra de Allâh la más exaltada», «la palabra de intercesión», «el precio del Paraíso» y «la llave del Paraíso».
 
Es con ella que uno entra en Islâm, y la última cosa con la cual deja este mundo, para el Jardín de la beatitud eternal. Así como lo dice el hadîth, en el sentido: «El cuyas últimas palabras en esta vida son «Lâ ilâha illa Llâh» entrará en el Paraíso. » [Abû Dâwud & Ahmad]. Es la primera obligación, y también es la última. Quienquiera la pronuncia sinceramente, y muere siguiendo haciéndolo, entrará en el Jardín, como lo afirma el hadîth. Pero el que la rechaza con arrogancia, sea por rechazo o por politeísmo, entrará en el Fuego, y no existe peor morada que esta.
 
« Pero es cierto que aquellos cuya soberbia les impida adorarme, entrarán en Yahannam humillados. » [Sûrah 40 – Âyah 60] y « Pero a los que desprecien y sean soberbios, los castigará con un doloroso castigo y no encontrarán, fuera de Allah, ni quien los proteja ni quien los defienda.» [Sûrah 4 – Âyah 173] y « Quien asocie algo con Allah, Allah le vedará el Jardín y su refugio será el Fuego.» [Sûrah 5 – Âyah 72].
 
«Lâ ilâha illa Llâh» significa que Allâh Sólo es digno de adoración. Allâh es el nombre que designa la Esencia Muy Santa, El Existente necesario, El que posee todos los atributos de perfección y de majestad, que es exento de tener asociados, pares o semejantes, de todo atributo y estado que no conviene a Su gloria y a Su amplitud. Pues es el Único Dios, el Eternal, El que no engendra y que no fue engendrado, que no tiene semejante. No hay Dios fuera de Él, alabado sea, más allá de toda comparación. No tiene asociado en Su Esencia, ni Sus Atributos, ni Sus Actos; a Él pertenecen la soberanía y todas las alabanzas, El que es Potente sobre todas cosas. »
 
Fin de citación.
 
Referencia: Al Miftah Ul Jannah – del Imâm Al Habîb Ahmad Mash-hûr Al Haddâd Al Yamânî (que Allâh le haga misericordia)

Fuente: www.at-tawhid.net 

Allâh Sólo es La Verdadera Divinidad (Ahmad Mash-hûr Al Haddâd)



Al Imâm Ahmad Mash-hûr Al Haddâd Al Husaynî (que Allâh le haga misericordia) dijo:
«Allâh Sólo es La Verdadera Divinidad, el Existente necesario, es El Creador (Al Khâliq), El que concede la existencia (Al Bâri’) y forma todas cosas (Al Musawwir), El que da la vida y la muerte, El que dispone con sabiduría, que devolvió perfecto todo lo que ha creado y que destacó en todo lo que hizo, que dirige toda cosa con una precisión suprema, que determinó toda cosa que ha decretado. Solamente Él es El Verdadero Dios, Pre-existente (Azalî) y Eternal (Abadî), digno de adoración interior y exterior, exaltado encima de todo defecto, El que posee los Atributos los más exaltados y los Nombres los más bellos. A Él pertenecen la potencia y la majestad. No tiene asociado en Su Esencia, Sus Atributos y Sus Actos. No hay dios fuera de Él.
 
«La verdad es que Allah es un Dios Único.» [Sûrah 4 – Âyah 171] « ¡Ensalzado sea Allah, el Rey Verdadero, no hay dios sino Él.» [Sûrah 23 – Âyah 116] «¿Hay, aparte de Allah, algún creador que os dé provisión desde el cielo y la tierra? No hay dios sino Él.» [Sûrah 35 – Âyah 3] «Los asuntos que decreta bajan desde el cielo a la tierra y luego ascienden a Él» [Sûrah 32 – Âyah 5] «Él da la vida y da la muerte y a Él volveréis. » [Sûrah 10 – Âyah 56] «Aquel que dio principio a los cielos y a la tierra. Cuando decreta algo, le basta con decir: ¡Sé! Y es. » [Sûrah 2 – Âyah 117]. »
 
Fin de citación.
 
Referencia: Miftah Ul Jannah – La Llave del Paraíso del Imâm Al Habîb Ahmad Mash-hûr Al Haddâd Al Yamânî (que Allâh le haga misericordia).




Fuente: www.at-tawhid.net


Si Allâh no está en el cielo, ¿por qué alzamos las manos hacia el cielo durante nuestras súplicas? (Al Qurtubî, Al Mâturîdî & Al Baydâwî)

Si Allâh no está en el cielo, ¿por qué alzamos las manos hacia el cielo durante nuestras súplicas? (Al Qurtubî, Al Mâturîdî & Al Baydâwî)
  


Al Imâm Muhammad Al Qurtubî Al Ansârî (que Allâh le haga misericordia) dijo: «Levantamos las manos hacia el cielo durante las súplicas porque es del cielo que descienden la revelación y la lluvia, es un lugar sagrado, purificado, es el lugar de residencia de los ángeles puros, es hacia el cielo que son elevados los actos de los esclavos y es encima del cielo que hay el Trono y el Paraíso, de la misma manera que Allâh hizo de la  Ka'bah una dirección (qiblah) para las invocaciones y las oraciones. De hecho, creó los lugares y no los necesita; existe de toda eternidad, antes de la creación de los lugares y del tiempo, no está en un lugar ni en una época y es ahora tal como es de toda eternidad.» [Al Jâmi' lî Ahkâm Il Qur°ân].
 
Y Al Imâm Abul Mansûr Al Mâturîdî (que Allâh esté complacido con él) dijo:  
«En cuanto al sentido de la elevación de las manos hacia el cielo, este gesto se realiza como un acto de adoración. De hecho, pertenece a Allâh ordenar a Sus esclavos adorarle como lo quiere y orientarles en la dirección que quiere. La creencia del que pensó que se mira hacia el cielo porque Allâh está en esta dirección equivale a la creencia, entre otras, del que pretende que Allâh está en la dirección del subsuelo, ya que pone su frente en el suelo orientándose durante la oración.  Es como la creencia del que pretende que Allâh está hacia el Este o hacia el Oeste cuando se orienta en estas direcciones en la oración, o en dirección de La Meca cuando se va a la peregrinación. Gloria a Allâh que es exento de todo esto.» [Al Kitâb Ut Tawhîd].
 
En cuanto a la explicación del por qué nos dirigimos hacia el trono, Al Imâm 'Abdu Llâh Ibn 'Umar Al Baydâwî (que Allâh le haga misericordia) dijo que el Trono es un lugar «a partir del cual se derivan todos los juicios y todas las predestinaciones. (Allâh) hace descender a partir de este los medios con los cuales las predestinaciones se realizan, en el orden con el cual llegan, según lo que concuerda con Su sabiduría y Su voluntad.» [Anwâr Ut Tanzîl wa Asrâr Ut Ta°wîl].
 
Al Muwahhidûn.


Fuente: www.at-tawhid.net

Lo que es imposible acerca de Allâh (Al Juwaynî)



Al Imâm Ul Haramayn Abul Ma'âlî Al Juwaynî (que Allâh le haga misericordia) dijo:
 
«Lo que hay que decir en resumido es todo lo que indica la aparición temporal o una deficiencia: el Señor es exento de esto. Lo mostraremos a través de párrafos que contienen ciertas explicaciones.
 
Primero, Allâh (exaltado sea) es exento de toda especificación espacial y de toda cualificación aparecida en el tiempo; no está localizado en países, ni limitado por comarcas: está demasiado exaltado para tener límites o medidas.
 
La prueba de esto es la siguiente: todo ser que está especificado por el espacio que ocupa está relacionado con este espacio, pues está limitado y se admite que esté cercano o separado de otras sustancias. Ahora bien, todo lo que se admite unido con otra cosa, o separado de una cosa, siempre admite especificaciones, y lo que no existe jamás sin estas especificaciones apareció en el tiempo. Ahora que está claro que El Creador es exento de toda delimitación y de toda especificación espacial, admitimos lo siguiente: Allâh es demasiado grande para ser especificado por un lugar o por la proximidad de los cuerpos, celestes o terrestres.
 
Si ahora se nos pregunta acerca de esta palabra de Allâh (exaltado sea): «Ar Rahmân que se asentó sobre el trono. » [Sûrah 20 – Âyah 5], esto exprima la potencia victoriosa y la sublimidad [del Señor]. En el mismo sentido, los árabes dicen de alguien que se «asentó sobre un reino» cuando lo domina y que el reino le está sometido.
 
El poeta dijo: «Bishr se asentó sobre el Irâq sin la ayuda de la espada y sin derramar sangre.»
 
El Señor Todo-Poderoso es exento de todo lo que aparece en el tiempo. La gente de las diferentes religiones está de acuerdo sobre este punto. 
Pero un grupo procedente del Sijjistán y llamado " karrâmiyyah " se opuso al acuerdo unánime de la Comunidad. Pretendieron que lo que aparece en el tiempo surge en La Esencia del Creador, y es exactamente la doctrina de los zoroastros.
 
Esta es la prueba de la imposibilidad, respecto a lo que aparece en el tiempo, de subsistir en La Esencia del Creador: si hubiera subsistido en El, no hubiera estado jamás exento de esto. Ahora bien, lo que no existe sin lo que aparece en el tiempo ha aparecido en el tiempo.»
 
Fin de citación.
 
Referencia: Al Lumâ° fî Qawâ°id Ahl Is Sunnah del Imâm Ul Harâmayn Abul Ma'âlî ' Al Juwaynî (que Allâh le haga misericordia).


Fuente: www.at-tawhid.net

Resumido (peregrinación)

Resumen

La peregrinación está compuesta de cuatro pilares fundamentales.

1. La intención de la sacralización (Al-ihram)

Este pilar consiste en tener la intención en el corazón de realizar la peregrinación por Allâh designando el tipo de peregrinación. Se realiza cuando llegamos en ciertos lugares bien determinados: los «mawâqît», según nuestra posició geografica, como lo indicó el Profeta (Paz y Bendición con él):
Los Mawâqît son:
*Dhul-hulayfa, para los habitantes de Medina. Y los que pasan por este lugar para irse a la Meca.
*Al-djuhfa, para los habitantes del Shâm (Siria, Líbano, Jordania, Palestina…), los habitantes de Egipto, Sudán, del Magreb, Andalucía, Franca… y los que pasan por este lugar para irse a la Meca.
*Qarne, para los habitantes del Najd en Arabia Saudita y los que pasan por este lugar para irse a la Meca.
*Yalamlam, para los habitantes del Yemen y de India, y los que pasan por este lugar para irse a la Meca.
*Dhâtu ‘Irq, para los iraquíes, los que vienen de su lado (el lado este), y los que pasan por este lugar para irse a la Meca.

El peregrinante debe entonces quitar sus ropas habituales y vestirse de las del peregrinante, pronunciando la Talbiya. La Talbiya es el texto siguiente: «Labbayka Allahumma Labbayk, Labbayka Lâsharîka Laka Labbayk, Inna Al-hamda wa nni‘mata laka wa lmulk, lâ sharîka lak», lo que significa: "Ya voy Señor, ya voy, ya voy! No tienes ningún asociado. Ya voy! A Tí pertenecen las Alabanzas, la Gracia y la Soberanía. No tienes ningún asociado!".
Respecto a las ropas, el peregrinante, como lo había precisado el Profeta, no debe llevar ni camisa, ni ropa (habitualmente llevada), ni turban, ni cubrirse la cabeza (para el hombre): es obligatorio, para el hombre, quitarse toda ropa cosida. La mujer no debe taparse el rostro ni llevar guantes, salvo si teme la Fitna (tentación) de los hombres, en cual caso podrá bajar un velo encima (de su rostro), a condición de que no fuera ni atado ni sujetado con alfileres, y que no contenga ghuraz (cosido)…


2. La circumambulación (At-tawâf) : Tawâf Al-ifâda

El tiempo de Tawâf al-ifâda comienza en el día del Nahr (desde el alba del día diez) y dura hasta el fin del mes de dhul-hijja. Hay que realizar este Tawâf durante el día del sacrificio (día del nahr), o durante uno de los tres días que siguen. Es odioso atrasar este Tawâf sin razón válida.
Este acto consiste en realizar siete vueltas alrededor de la Ka’aba, la casa sagrada, emitiendo la intención. Como para todos los actos de la peregrinación, conviene efectuarlo de manera tranquila y concentrada, pensando en Allah solamente y evitando las palabras inútiles, causar perjuicio a un musulmán… Este pilar de la peregrinación es importante y comporta las condiciones de validez siguientes:
 
- Estar en estado de pureza ritual menor y mayor, corporal y vestimentaria, así como para la oración.
 
- Cubrir su desnudez (así como para la oración).
 
- Cumplirlo en la mezquita, aunque estemos un poco alejado de la Ka’ba.
 
- Que el cuerpo esté totalmente fuera del voladizo que está abajo del muro de la Ka’ba y que se llama Shâdharwân.
 
- Que el cuerpo esté totalmente fuera del Hijr de Ismael.
 
- Efectuar siete vueltas alrededor de la Ka’ba. Cada vuelta se empieza y se termina en la piedra negra.
 
- La rotación alrededor del edificio debe ser realizada en el sentido contrario de las agujas del reloj. Pues hay que tener la Ka’ba a su izquierda.
 
- La circambulación debe ser realizada sin interrupción (sin pausa larga).

Las obligaciones del Tawâf son:
*Efectuar el Tawâf al-Ifâda después de haber realizado la lapidación de la estela de ‘Aqaba,
*Las dos Rak’at después de los dos Tawâf
*El hecho de realizarlo caminando (para el que puede caminar).

3. Las idas y vueltas entre As-safâ y Al-marwat (Sa'y):

Obligación (pilar) para todos los peregrinantes, el Sa’y consiste en recorrer siete veces la distancia entre los montes de As-safâ y Al-marwat, con devoción. Allâh lo prescribió en el Coran.
Las idas y vueltas entre As-safâ y Ar-marwa (Sa’y) es un pilar de la peregrinación: comprende 7 largos (etapas), siendo que una ida desde As-safâ hacia Ar-marwa está considerada un largo (shawt) y que la vuelta de Ar-marwa hacia As-safâ está considerada un largo.

Estas son las condiciones de validez de este tercer pilar de la peregrinación.
 
- Cumplir este trayecto después del Tawâf.
 
- No interrumpirle sin razón válida (no hacer pausa larga). Por supuesto, puede ser realizado a su velocidad, sobre todo para las personas muy ancianas. Está tolerado hacer una pequeña pausa, como para rezar una oración de Janâza (la oración para los muertos).
 
- Realizar este trayecto siete veces.
 
- Empezar por As-safâ

Las obligaciones del Sa’y son:
Unicamente el hecho de realizarlo caminando (para el que puede caminar).
(Si el Tawâf al-qudûm es obligatorio, entonces el Sa’y debe ser realizado obligatoriamente antes de la estación de ‘Arafa). Para el que realiza la peregrinación dicha de goce (tamattu’), tendrá que realizar obligatoriamente el Sa’y nuevamente después del Tawâf al-Ifâda porque el que fue realizado después del Tawâf al-qudûm concernía su ‘Umra y el segundo después de al-Ifâda concierne su Hadj.

La pureza ritual para el Sa’y es recomendada (mandûb) solamente.

Obviamente, siendo que la peregrinación es una etapa importante en la vida de un musulmán, conviene, estando limpio, multiplicar los actos de adoración y las súplicas.


4. La estación en ‘Arafât:

Cuarto y último pilar de la peregrinación, la estación en ‘Arafat consiste en pararse, aunque fuera sólo un rato, entre la tarde del día 9 de Dhul-Hidjja y la noche del día 10 hasta el alba, en un lugar llamado ‘Arafat [1]. Estos son los actos que hay que realizar durante y después de esta corta estancia:

 
- Hay dos paradas en ‘Arafat : una que es un pilar del Hadj y que consiste en pararse aunque fuera sólo un rato durante la noche que precede el día del Sacrificio: entre la puesta del sol del día 9 de Dhul-Hidjja y el alba (del día que precede el 10), el otro deber consiste en pararse aunque fuera un rato en el tiempo que dura desde la tarde del 9 Dhul-Hidjja hasta la puesta del sol.
Para cumplir con este pilar, hay que respetar un tiempo mínimo durante la estación: el tiempo que toma habitualmente el fiel para efectuar la posición sentada entre dos prosternaciones de la oración.

Las dos condiciones de validez para que el que pasa por este lugar valide su estación son: saber que este lugar es el lugar dicho ‘Arafa y tener la intención, pasando ahí, de cumplir con esta presencia en ‘Arafa que es un pilar.
El que se queda no está sometido a estas dos condiciones.

 
- Saliendo de ‘Arafât, pararse la noche (que precede) del 10 en Muzdalifa, es preferible pasar la noche allá.

 
- Lanzar las piedras (Jamarât) en Al ‘aqaba «grande estela», en el día del sacrificio, el 10 de Dhul-Hidjja. (el tiempo de esta lapidación empieza en el alba (tulû' al-fajr) de este día del Nahr, es preferible (mandûb) realizar esta lapidación después de la aparición del sol y hasta el cenit (zawâl) (del mismo día) y es detestable (Makrûh) atrasarlo después de este tiempo.)

 
- Rasurarse o cortarse el cabello después de lanzar las piedras de ‘Aqaba (exactamente después de la inmolación que sigue el tiro de piedras en ‘Aqaba). (Para la mujer, corta un poco de su cabello pero no debe rasurarse, mientras que para el hombre es preferible)

 
- Volver a la Meca para realizar Tawâf al-ifâda (que es un pilar de la peregrinación) (y después el Sa’y si hemos realizado una peregrinación con Tamattu’ o si no habíamos realizado el Sa’y después del Tawâf al-qudûm)

 
- Pasar en Minâ las tres noches que preceden los días 11, 12 y 13 del mes de Dhu al-hijja.

 
- Tirar sucesivamente las piedras en las tardes de los días de Tashrîq, o sea los días 11, 12 y 13 de Dhul-Hidjja (contra las tres estelas).

Es muy recomendado visitar la tumba del Profeta (Paz y Bendición con él), el Baqî‘, los mártires de la batalla de Uhud y la mezquita Qobâ’[2]


Notas importantes:

[1] Históricamente, según algunos sabios, este lugar fue el lugar del primer encuentro entre Adam y Eva sobre esta tierra.

[2] Los Ulema son unánimes para considerar la visita del Profeta (Paz y Bendición con él) una de las obras piadosas las más recompensadas. El musulmán debe visitar el à quien se dirige varias veces en su cotidiano, durante la realización de sus oraciones, diciendo:
«Que la paz, la misericordia de Allâh y Sus bendiciones estén contigo, Oh Profeta!».

Según el Enviado de Allâh (Paz y Bendición con él), en el sentido:
«No cinchéis vuestras monturas (esperando iros a un gran lugar) sino para ir a tres mezquitas: la Mezquita Sagrada (de la Ka`ba), mi mezquita esta y la mezquita de Al-'Aqsâ».
(Transmitido por Al-Bukhârî)
Según Ibn `Umar (que Allah esté complacido con él), el Enviado de Allâh (Paz y Bendición con él) dijo, en el sentido: «Quien visita mi tumba beneficiará de mi intercesión».
Entre las pruebas de que esta visita es recomendada, el consenso de todos los Compañeros del Profeta (Paz y Bendición con él) y de sus Seguidores acerca de la necesidad de visitar su santa tumba.
 
Conveniencias de la visita:

El  visitante que se va a Medina la Iluminada no debe dejar de rezar para el Profeta (Paz y Bendición con él), suplicar Allâh exaltado sea, y suplicar para que devuelve esta visita provechosa y aceptada, por ejemplo puede decir: «Señor mío! Ábrame las puertas de Su misericordia y recompénseme por la visita de Su Profeta (Paz y Bendición con él) como ha recompensado Sus aliados y Sus servidores piadosos. Perdóneme y hágame misericordia, oh Usted el mejor implorado».
« Allahuma iftah lî abwâba rahmatîk, wa rzuqnî fî ziyârati nabiyyik, salla Allahu `alayhî wa sallam, mâ razaqtahu awlîyâak wa ahla ttâ`atîk wa ghfîr lî wa rhamnî yâ khayru mas’ûl ».
Se aconseja, antes de entrar en la Ciudad Iluminada, tomar un baño de limpieza, vestirse con sus mejores ropas y sentir en sí mismo el merito de Medina. Llegado a la puerta de la mezquita del Profeta (Paz y Bendición con él), entra por el pie derecho. Saliendo de la mezquita, empezar por el pie izquierdo.
Entrando, se dirige hacia Ar-Rawda (situada entre el minbar y la tumba revestida en verde mientras que toda la mezquita es roja) y realizar la oración de la salutación de la mezquita cerca del minbar, de tal manera que el poste de este esté alineado con su hombro derecho. Después, se dirige hacia la santa tumba por el lado de la Qibla. Si viene del lado de los pies de los dos Compañeros, será mejor. Se para antes de él (Paz y Bendición con él) a una distancia de más o menos un metro del muro de la santa tumba, por cortesía. Después, saluda sin alzar la voz, o sea en voz media…
El visitante dice, concentrándose y bajando la vista:
«Que la paz esté contigo oh Enviado de Allâh. Que la paz esté contigo oh Profeta de Allâh. Que la paz esté contigo oh Amado de Allâh. Que la paz esté contigo oh tú el mejor de las creaturas de Allâh. Que la paz esté contigo oh Elegido de Allâh. Que la paz esté contigo oh Maestro de los Enviados y Sello de los Profetas. Que la paz esté contigo oh jefe de los que tienen marcas brillantes en los frentes y en los pies (gracia a la práctica perfecta de las abluciones). Que la paz esté contigo y con la gente buena y pura de tu casa. Que la paz esté contigo y con tus esposas puras, madres de los Creyentes. Que la paz esté contigo y con todos tus Compañeros. Que la paz esté contigo y con todos los servidores piadosos de Allâh. Que Allâh te conceda una recompensa mejor que la que concedió a cualquier otro profeta o mensajero para su Comunidad. Que Allâh rece para ti cada vez que te evocan los Creyentes y descuidan de evocarte los distraídos.
Atestiguo que no hay divinidad fuera de Allâh y que eres Su servidor, Su profeta y su mejor y honesta creatura. Atestiguo que has transmitido el Mensaje, que entregaste el depósito, que has aconsejado la Comunidad y que has hecho todo tu posible para que la palabra de Allâh fuera la más alta».
« as-salâmu `alyka yâ rasûla Allah, as-salâmu `alyka yâ nabî Allah, as-salâmu `alyka yâ habîbu Allah, as-salâmu `alyka yâ khîratu khalqî Allah, as-salâmu `alyka yâ safwatul Allah, as-salâmu `alyka yâ saydu al-mursalîn wa khâtamu an-nabîyyin, as-salâmu `alyka yâ qâ'idu al-ghurî al-muhadjalîn, as-salâmu `alyka wa `ala 'ahlî baytîka at-tâhyrîn, as-salâmu `alyka wa`ala 'azwâdjîka at-tâhirât 'umahâtul-mû'minîn, as-salâmu `alyka wa `ala 'ashâbîka 'adjma`în, as-salâmu `alyka wa `ala sâ'irî `ibâd Allahî as-sâlihîn, djazâka Allahu yâ rasûla Allahî 'afdhala mâ djazah nabyan wa rasûlan `an 'umatîh, wa sala Allahu `alayka kulamâ dhakaraka adh-dhâkirûn wa ghafila `an dhykrika al-ghâfilûn.
'ach-hadu 'an lâ 'ilaha 'ila Allah, wa 'ach-hadu 'anaka `abduh wa rasûluh, wa 'amînuh, wa khyratuhu mîn khalqîh, wa 'ach-hadu 'annaka qad balaghta ar-risâla, wa 'adayta al-'amâna wa nasahta al-'ummah wa djâhadta fîl Allahî haqa djihâdîh
»
 
(el que no tiene el tiempo o que es incapaz de memorizar estas palabras, que diga algunas de estas formulas).
Por si a caso alguien le hubiera pedido que salude al Enviado de Allâh (Paz y Bendición con él) de su parte, que diga: «Que la paz esté contigo oh Enviado de Allâh de parte de Fulano, hijo de Fulano».
«as-salâmu `alyka yâ rasûlu Allahî mîn fulân ibn fulân».
Después, se aleja un poco hacia la derecha para saludar en estos términos el Compañero Abû Bakr el verídico (que Allah esté complacido con él) :
«Que la paz esté contigo, oh sucesor del Enviado de Allâh. Que la paz esté contigo, oh Compañero del Enviado de Allâh en la caverna. Que la paz esté contigo, oh su Compañero de viajes. Que la paz esté contigo, oh su confidente. Que Allah te conceda el Bien en recompensa de lo que hiciste para el Islam y los musulmanes. Señor! Sea Complacido con él y sea complacido con nosotros, gracia a él».
«as-salâmu `alyka yâ khalyfata rasûlî Allah, as-salâmu `alyka yâ sâhibu rasûlî Allah fî al-ghâr, as-salâmu `alyka yâ rafîquhu fî al-asfâr, as-salâmu `alyka yâ amînahu `ala al-asrâr, djazâka Allahu `an al-islâmî wal-muslimîn khayran, Allahuma irda `anhu wa irda `anâ bihî».
Después, se aleja un poco hacia la derecha para saludar `Umar (que Allâh esté complacido con él), en estos términos:
«Que la paz esté contigo, oh Emir de los Creyentes. Que la paz esté contigo, oh tú que Allâh utilizó para apoyar la religión con tus esfuerzos. Que Allâh te conceda el Bien en recompensa de lo que hiciste para el Islam y los musulmanes. Señor! Sea complacido con él y sea complacido con nosotros, gracia a él.».
«as-salâmu `alyka yâ amîra al-mûminîn, as-salâmu `alyka yâ man ayyada Allahu bîhî ad-dîn, djazâka Allahu `an al-'islâmî wal-muslymîn khayran, Allahuma irda `anhu wa irda `anâ bihî».
Finalmente, vuelve al primer lugar, frente al querido Profeta, alaba y glorifica Allâh y se dirige hacia el Profeta (Paz y Bendición con él) en estos términos: «
Si después de haber sido injustos consigo mismos hubieran venido a ti, hubieran pedido perdón a Allah y hubiera pedido el Mensajero perdón por ellos, habrían encontrado a Allah Favorable hacia ellos, Compasivo. [surah 4; versículo 64]. He venido hacia ti pidiendo el perdón (a Allâh) de mi pecado e implorando tu intercesión ante mi Señor. Señor! Perdónenos así que a nuestros padres, madres, nuestros hermanos que nos precedieron en la fe; y no ponga en nuestros corazones ningún rancor hacia los que creyeron. Señor, eres Compasivo y Muy Misericordioso».
«[wa law annahum idh dhalamû anfusahum djâûka fâ-istaghfarû Allaha wa istaghfara lahumu ar-rasûlu lawadjadû Allaha tawâbân rahîmâ], wa qad djituka mustaghfirân li-dhanbî mutashafi`ân bika ilâ rabbî, rabbanâ ighfir lanâ wa li âbâinâ wa li-ummahâtinâ, wa li-ikhwâninâ al-ladhîna sabaqûnâ bil-imân, wa lâ tadj`al fî qulûbinâ ghîllân lil-ladhîna âmanû, rabbanâ innaka raûfun rahîm ».
Después vuelve a Ar-Rawda y realiza tantas oraciones e invocaciones como puede.
La visita de Al-Baqî`, de los mártires de ‘Uhud y de la mezquita Qibâ’:
Se recomienda irse cada día a al-Baqî` y notamente en el día del viernes, después de haber saludado el Enviado de Allâh (Paz y Bendición con él). Llegando, el visitante dice:
«Que la paz esté con vosotros, oh lugar de los creyentes. Si Allâh lo quiere, nos encontraremos. Señor! Perdone a los muertos inhumados en Al-Baqî`. Señor! Conceda Su perdón a ellos y a nosotros».
«as-salâmu `alaykum dâra qawmin mû'mynîn, wa 'inâ 'in châ'a Allahu bikum lâhiqûn, Allahuma 'ighfir li-'ahlî al-Baqî`, Allahuma 'ighfir lanâ wa lahum».
Esta visita es recomendada, dado que muchos Compañeros están inhumados ahí, con la gente de la casa (del Profeta), tales como: Al-`Abbâs, Al-Hasan ibn `Alî, Zayn Al-`Abidîn y `Uthmân ibn `Affân (que Allâh esté complacido con cada uno de ellos), así como ‘Ibrâhîm, el hijo del Profeta (Paz y Bendición con él) y las madres de los Creyentes, (excepto Khadîja –que fue inhumada en La Meca- y Maymûna –que fue inhumada en Sarf), la tía paternal del Profeta, Safiyya, Mâliq y muchos Compañeros y Seguidores.
El visitante debe visitar la mezquita Qibâ’ y rezar en esta, pues el Profeta (Paz y Bendición con él) solía irse a Qibâ’ con una montura o a pie, y rezar allí dos rak`at. Será mejor hacerlo un sábado, porque el Profeta (Paz y Bendición con él) solía irse cada sábado.
También se recomienda visitar a los mártires de ‘Uhud el jueves, notamente el maestro de los mártires, Hamza, el tío paternal del Profeta (Paz y Bendición con él).